El Diploma de Lengua Italiana “Firenze” es la certificación de competencia en lengua italiana emitida por la Academia italiana de la Lengua (AIL).

La AIL es una asociación de escuelas públicas y privadas y de instituciones culturales activas en la enseñanza y en la promoción de la lengua italiana. Nació en 1984 y desde el primer año comenzó a elaborar pruebas de certificación de competencia en lengua italiana.

El diploma de Lengua italiana AIL se compone de cinco niveles diferentes de acuerdo al Marco Común Europeo. Los niveles van desde el DELI-A2 (Diploma elemental de lengua italiana), el DILI-B1 y el DILI-B2 (Diploma intermedio de la lengua italiana), al DALI-C1 y DALI-C2 (Diploma avanzado de lengua Italiana).

A estos diplomas, se añaden después dos diplomas de italiano comercial: el DILC-B1 (Diploma Intermedio de Italiano Comercial) y el DALC (Diploma Avanzado de Lengua Comercial)

Desde 2007 la Oficina Federal Suiza de la formación profesional y de la tecnología, reconoce (en todas las escuelas profesionales y comerciales) el DILC-B1 como certificación de conocimiento del italiano como segunda lengua nacional.

Los exámenes de las certificaciones buscan verificar y evaluar el nivel de competencia y las diversas habilidades del uso de la lengua. Es por esto que el examen está compuesto por diferentes secciones (producción escrita, producción oral, comprensión escrita, comprensión oral, competencia léxica y morfosintáctica).

Las secciones adquieren distinta importancia, dependiendo del nivel, a la hora de determinar la nota final. Para superar el examen es necesario obtener el 60% de la puntuación máxima.

El curso consiste en 80 lecciones de curso intensivo de lengua (4 diarias) y 40 lecciones de preparación al examen (2 diarias). Un total de  120 lecciones distribuidas en las 4 semanas anteriores a la fecha del examen. Durante las lecciones, se analizan y utilizan como instrumento de ejercicio, las pruebas de años anteriores. El profesor muestra a los estudiantes varias pruebas que después corregirán y comentarán. Por ello, el objetivo de esta preparaciòn, ademas de que los estudiantes practiquen para el examen, es proporcionar orientación sobre la mejor manera de lidiar con las diferentes secciones y los criterios utilizados en la corrección elaborada. Los estudiantes, al final del curso, deben haber adquirido, además de lo relacionado con la competencia lingüística, una precisa conciencia de aquello que cada tipología de ejercicio, pretende verificar.